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martes, 27 de agosto de 2013

HORACIO BENAVIDES, Poeta colombiano: ESCUCHÉ TU LLAMADO


"Escuché tu llamado": Un poema del libro La serena hierba - Premio Nacional de Poesía 2013 - Ministerio de Cultura de Colombia

HORACIO BENAVIDES


   ESCUCHÉ tu llamado, madre
     y cogí fuerzas para levantarme
     Era de noche
     y me fui adivinando el camino
     Quise guiarme por el sonido
     de la quebrada
     pero el agua no se oía,
     sólo los perros ladraban a mi paso
     Esta es la casa de Juan Chilito me decía
     pues eran tres los perros que ladraban
     Cómo no iban a ladrar si me faltaba la cabeza
     Voy por donde Pedro Daza
     pues ladran como cuatro o como seis
     volvía y me decía
     Cómo no iban a ladrar
     si me faltaban las piernas
     Al fin di con tu casa, madre
     Tu casa como una nube blanca
     entre tanta negrura
     Pensé que dormías agotada por la pena
     y no quise despertarte
     y me fui yendo por donde había llegado

Del libro La serena hierba: Premio Nacional de Poesía 2013 - Ministerio de Cultura de Colombia
  









viernes, 2 de agosto de 2013

LUIS ARMENTA MALPICA, Poeta mexicano: "Cuando la sed sea Ulises"


LUIS ARMENTA MALPICA













El cuerpo abierto en dos es vulnerable. 
Sus beleños afloran; sus pájaros
se agitan
en bandadas
            hacia la sal     la espuma
hacia algún risco;
sus peces revolotean de luz
en las burbujas;
el magma del volcán fluye
sediento.
El magma dice: el hombre
no conoce la fuerza de su lava
porque le teme al fuego.
Y esa sed vuelve a Ulises
añeja y consumida
                                     a un grito
de la sangre.
¿Por qué las rocas -digo:
si hay tantos minerales en el agua?
He aquí el poema:
                                     pulverizado
             el volcán: otra cima entre montes
                        un puñado de tierra entelerida
                        una mano que no recibe el sol
                        de sus adentros.
El cuerpo abierto. Dos:
la nube y la ceniza     la pareja de amantes
jamás
reconciliada.
                    Vulnerable: ver nuevamente lo no visto.
                    Vocación de ceguera, por qué, Ulises.

Transigir con el cuerpo.
                                      Dos:
                                                  uno a uno.

¿Ulises?

Mentira: la tierra
es ver a un hombre.
              Amarlo: ser mar
                       -lo líquido-
del mundo.

Sed -nos decía la abuela (entre sus fuegos)-
la burbuja
                            perfecta.

La voz    la sal    la tierra    la poesía
                                                               :sed.

¿En dónde la mujer que te ama tanto?
Ulises.
            Y el cuerpo abierto
                          en sed...
                                             tan vulnerable.

Del libro Voluntad de la luz, Gamar Editores, 2012


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