En Salento

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Salento-Quindío-Colombia

miércoles, 28 de noviembre de 2012

CLAUDIA PEÑA CLAROS, Poeta boliviana: CAMINO ARRASTRANDO UN MUERTO



CLAUDIA PEÑA CLAROS
                                                    




















Camino arrastrando un muerto. No te vayas, no te vayas, murmura suplicante, enlazando a mis cabellos lo que queda de sí. Así son los muertos: pegajosos y nauseabundos. Lo llenan todo con su olor podrido, porque la muerte no se puede desodorizar. Este muerto, el mío, me persigue arrastrando sus restos por el suelo. Cuando avanzo, voy dejando una huella de sangre abandonada.

El muerto que me acompaña irá rindiéndose a los soles y a los vientos. Irá dejando su rastro por mis días, se aliviará mi paso en la vereda.

No te vayas, no te vayas, suplica y se disgrega, se esfuma, se hace polvo como el polvo del camino, como el polvo que me habita y me carcome.

Mi muerto me abandona. Me dice que no me vaya, pero es él quien ya se ha ido.

viernes, 23 de noviembre de 2012

FRANCESC MOMPÓ, Poeta español: HAN LLOVIDO LAS HORAS

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FRANCESC MOMPÓ




















HAN LLOVIDO LAS HORAS

Han llovido las horas de la mañana
se ha soltado la luz
las gotas afiladas
trozos de palabras cortantes
sobre la tierra blanda
aristas rojas de barro
como àguilas venidas de algún sitio
enjauladas
tajos permanentes de la rabia.
Han llovido las horas de la madrugada
rotas
el asfalto se ha teñido de rojo
el vómito ha dejado órganos esparcidos
por los charcos del ojo
peces aristados como cristales rotos
remontan las venas a golpes de vida
el gran lago es la religión oficiada
en el humo del corazón
allá donde los lobos muestran los colmillos
y la carne se descompone
en reflejos de nobleza abrazada al solitario
corte de la espada
canto vocálico que agrieta los labios
condenados a un silencio de piedras
que remueve incesantemente el océano
donde se ahoga la sabiduría.
Han llovido las horas de la madrugada
y un desagradable olor a azufre
se esparce por la ciudad del sueño. 




Versión original en catalán:

HAN PLOGUT LES HORES 

Han plogut les hores de la matinada 
s’ha despès la llum 
les gotes esmolades 
trossos de mots cantelluts 
sobre la terra molla 
arestes vermelles de fang 
com àguiles vingudes d’enlloc 
engabiades 
talls permanents de la ràbia. 
Han plogut les hores de la matinada 
trencades 
l’asfalt s’ha tenyit de roig 
el vòmit ha deixat òrgans escampats 
als bassals de l’ull 
peixos arestats com cristalls romputs 
remunten les venes a colps de vida 
el gran llac és la religió oficiada 
al fum del cor 
allà on els llops ensenyen els claus 
i la carn es descompon 
en reflexos de noblesa abraçada al solitari 
tall de l’espasa 
cantell vocàlic que esquerda els llavis 
condemnats a un silenci de grava 
que remou incessantment l’oceà 
on s’ofega la saviesa. 
Han plogut les hores de la matinada 
i una sentor de sofre 
s’escampa per la ciutat del somni.


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martes, 13 de noviembre de 2012

VADIK BARRÓN, Poeta boliviano: SATISFACCIÓN

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VADIK BARRÓN
    

“I can’t get no satisfaction”
Mick Jagger


Despertar no es suficiente
hay que salir a caminar
chocarse con los peatones distraídos
joderles la canción del walkman.

Querer no es suficiente
hay que cortarse las uñas
conocer a los suegros
respirar el alquitrán ajeno
aprender a cambiar focos.

Vivir no es suficiente
hay que hacer de cada día una escultura exigua
de cada minuto la posibilidad de un beso
de cada segundo una canción acechante.

Morir no es suficiente
hay que dejar esquirlas de ardor en el aire
la frase “se hace lo que se puede” escrita
a dedo en los automóviles polvorientos parqueados,
la fascinación de haber vivido

como aliento fresco en los espejos.














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domingo, 4 de noviembre de 2012

ANTONIO PRECIADO, Poeta ecuatoriano: ANDAN

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ANTONIO PRECIADO






















Los muertos andan
calculando alaridos para el viento.

Cuando cerráis los ojos,
sabedlo de una vez,
los muertos se alzan
y caminan secretamente vivos,
sin pisadas,
acomodando signos en el aire,
liberando palomas enterradas,
erigiendo colores escondidos
en la asomada cal de los fantasmas.

De “Más acá de los muertos” (1966)



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