ANTONIETA VILLAMIL |
A Carmen Alicia mi madre de quien aprendí
a cantar, a diseñar y a disfrutar
con rigor
las bacanales de la infancia y porque
me recalcó:
“Hija nunca olvide que
usted, nació para escribir”.
AYUNO
Todos necesitamos un buen ayunopor eso hoy estás ayunando de multitudes
No entiendes los colegiales con su pasode cachorros desolados
No entiendes los oficinistasy sus secretarias su cuadriculado encierrode números en tazas de café
No entiendes las amas de casay sus escuálidas canastasni el agujero en sus monederos
Tampoco entiendeslos policías y los ladrones
Ni los mercaderes y sus compradoresempecinados en cotidiano rituala la estridencia
No entiendes los programas de televisiónni el hueco que le declaran a la soledad
Hoy estas ayunando de multitudesde transeúntes de parques y plazasde apremiados a la ligera
Todos necesitamos un buen ayunopara recobrar lo que diceel silencio de las cosas.