I
Noche,
abuela que se acomoda en el cabello
las flores de los muertos,
les canta su canción de abandonados,
abre la tierra,
lame los huesos roídos por la indiferencia,
se sienta en las tumbas y espera.
IINoche,te habito en la hora del olvidomadre insaciable de palabrascae tu sombra en las tazas de café,dictas los días en el recuento de la oscuridadlos sonámbulos te penetran cansados,cómplices de tu presencia.
A esta hora donde todo lo circundasel espejo me abarca desnuda,crucificada, con la corona de espinas en la memoria,eres mi presencia.
Madre que abandona a los débiles,les consume la sangre para ser tiempo,el segundo abraza el airealguien llega a una ciudad nuevatransformada en el monstruo que la consume,los dioses de han ido ante tu presencia,los amantes jadean en parques abandonados,los miras sedienta.
Noche, mártir de las cenizas de los poetasalguien tomó el estandarte de tu cuerpopara escribir la historia guardada bajo tu falda.
Sentada con los ojos entreabiertosle pregunto a lo que queda de mi¿Quién soy?lo sabes tú noche virgen acorraladapor las plegarias y los rezos.
¿Cuánto tiempo serásla prostituta de los abandonados?¿Cuánto tiempo seré la amantecómplice que te paga las horas con palabras?
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3 comentarios:
[a noite, e a note na terra que guarda quantos sonhos do homem, quantos os que na pele do dia resgatará?]
um abraço,
Leonardo B.
Hermoso. Y con una cadencia, Ale, muy emparentada con la tuya! Mientras lo leía, aparecía tu voz diciéndomelo!!! Muy loco!
Gracias
Bello. Como el oscuro objeto del poema.
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