la mesa está llena del hambre de nosotros
y de la gula de esos forajidos que acechan
como fieras voluptuosas;
no es grial ni bandera este mantel:
es la sábana que anoche escondía
tus cántaros repletos de siglos de abstinencia.
montados en esta cruz de ficciones,
bandoleros del orden sagrado, a tiros de petraria
ceden a los estragos del olvido
y nos comen, bocado a bocado
en “la casa del Padre de los cielos” ─dicen─
Rabí: qué será de ese fulgor líquido en tu boca
pidiendo Justicia?
“cordero de Dios”, si es verdad “que quitas
los pecados del mundo”, cierra tus ojos
y deja de pastar en nuestras almas.
.
3 comentarios:
Que voz poética tan particular.
Me encantó.
Un abrazo.
Alfredo querido amigo: Un gusto enorme leerte. Me reconforta ver que tu poesía sensible está en muchos espacios literarios, lo merecés porque además de buen escritor, sos un excelente ser humano.
Gracias querida Alejandra, por darle un lugar a este gran poeta en tu blog.
Mi cariño y mis mejores deseos
Analía
Qué suerte, qué oportunidad, qué enriquecimiento para mí haber conocido a un ser como Alfredo! Y acceder ahora a su poesía, a través de mi hermosa y generosa amiga Elviralejandra, sigue siendo parte de la maravilla de mi vida!
Gracias a ambos.
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