Yolanda Franco Sagué
Amanece en mi calle un sábado vedado de lluvia,
a viva voz, de mañana una mujer
exhibe su impaciencia, su amor o desamor,
mientras enmudecen gorriones en las cornisas.
Hacia un balcón gravita en sigilo la muerte,
alguien arropa su imagen
luego hace del amor un sonajero.
Sorprendido por un tímido sol
un piano esparce sus secretos
por los patios dormidos
yo, vivo o muero cada día en mi calle.
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4 comentarios:
Muy bello, muy simple, muy hondo, muy mirada de mujer.
Muchas gracias!
Maravilloso ese versar profundo y gráfico con la sencillez del lenguaje.
MUCHOS SENTIMIENTOS TRISTES E IMPOTENTES.
UN ABRAZO
Yolanda:
Me gustó mucho tu poema, que habla de los encantos y las decepciones del amor.
Felicitaciones.
Pedro.
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