Cuando fluye el camino
es necesario abandonarse a él
dejando atrás lo que no debe ser mirado
otra vez
y otra vez.
Sólo el viento
podría soplarme una verdad ahora
y el río helado
que tropieza con sus piedras
grandes
chicas
tantas veces
y aún así
sigue fluyendo vigoroso.
Rumichaca (Frontera Colombia-Ecuador), febrero, 2010
.
2 comentarios:
Hermana querida! Primera vez que entro en un blog, ando como turco en la neblina, y aprendiendo (creo)! Es bueno saber que el río viene con fuerza! Calculo que pronto te dejará por mis pagos de Soto, donde te sigo esperando! Abrazos.
Que lindo Elvira, eres una gran poeta, y si tuviera que poner una sensación a esta poesía sería: Frescura.
Espero tu visita por mi sitio virtual http://melodypaznovelas.blogspot.com
espero te agrade. Me agregué como tu seguidora querida Elvira. Un beso.
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